Finalmente el joven le dice:
- ¡Anda mujer! ¡Sólo te voy a meter la mitad!
La mujer, por fin convencida, acepta, diciéndole:
- Bueno, pero sólo la mitad... Promételo.

El joven acepta y se lanza sobre ella desesperado e introduce todo lo que tiene. La chica, al sentir la embestida, goza tremendamente y le dice a su novio:
- ¡¡Métemela toda!! ¡¡Métemela toda!!
- El novio, algo avergonzado, tratando de salvar su orgullo, le dice:
- ¡Ah No! Promesas son promesas.







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